Te guardo esta tacita de té

para cuando necesites aliviar.

Un sorbito basta ya

para detener el mundo

(mejor que el reloj del conejo)

y escaparte a navegar.

Puede servir de día,

antes de escribir

y en cucharaditas cuando necesites resistir.

Con unas gotitas de este té

en tu mesa de luz

no habrá más pesadillas

y si las tomas antes de dormir

encontrarás un pasaje a los sueños imposibles.

También lo puedes programar:

hablarle despacito y cuidadosamente,

depositando un deseo antes de ingerir.

Para las pausas

y las recaídas

también para las alegrías.

Te guardo esta tacita de té

no te vayas a olvidar.

jirones